1、- 1 -Stephenie MeyerLuna NuevaStephenie - 2 -Para mi padre, Stephen Morgan.Nadie ha recibido ms afectoni un apoyo tan incondicionalcomo el que t me has dado.Yo tambin te quiero.Stephenie - 3 -Los placeres violentos terminan en la violencia,y tienen en su triunfo su propia muerte, del mismo modoque s
2、e consumen el fuego y la plvoraen un beso voraz.Romeo y Julieta, acto II, escena VIAUTOR Libro - 4 -NDICEPrefacio .5La fiesta.6Los puntos.22El final.36El despertar .56El engao.72Amigos.82Repeticin.95Adrenalina.108Tres son multitud.120El prado .134La secta .150El intruso .165El asesino.178La familia.
3、192Bajo presin.203Paris.215La visita.226El funeral .239La carrera.252Volterra.264El veredicto .275La huida.289La verdad .298La votacin.312Eplogo: El tratado .328Agradecimientos .337Resea Bibliogrfica.339AUTOR Libro - 5 -PrefacioMe senta atrapada en una de esas pesadillas aterradoras en las que tiene
4、s que correr, correr hasta que te arden los pulmones, sin lograr desplazarte nunca a la velocidad necesaria. Las piernas parecan moverse cada vez ms despacio mientras me esforzaba por avanzar entre la multitud indiferente, pero aun as, las manecillas del gran reloj de la torre seguan avanzando, no s
5、e detenan; inexorables e insensibles se aproximaban hacia el final, hacia el final de todo.Pero esto no era un sueo y, a diferencia de las pesadillas, no corra para salvar mi vida; corra para salvar algo infinitamente ms valioso. En ese momento, incluso mi propia vida pareca tener poco significado p
6、ara m.Alice haba predicho que existan muchas posibilidades de que las dos muriramos all. Tal vez el resultado habra sido bien diferente si aquel sol deslumbrante no la hubiera retenido, de modo que slo yo era libre de cruzar aquella plaza iluminada y atestada de gente.Y no poda correr lo bastante rp
7、ido. por lo que no me importaba demasiado que estuviramos rodeados por nuestros enemigos, extraordinariamente poderosos. Supe que era demasiado tarde cuando el reloj comenz a dar la hora y sus campanadas hicieron vibrar el enlosado que pisaban mis pies demasiado lentos. Entonces me alegr de que ms d
8、e un vampiro vido de sangre me estuviera esperando por los alrededores. Si esto sala mal, a m ya no me quedaran deseos de seguir viviendo.El reloj sigui dando la hora mientras el sol caa a plomo en la plaza desde el centro exacto del cielo.AUTOR Libro - 6 -La fiestaEstaba segura de que era un sueo e
9、n un noventa y nueve por ciento.Las razones de esa certeza casi absoluta eran, en primer lugar, que permaneca en pie recibiendo de pleno un brillante rayo de sol, la clase de sol intenso y cegador que nunca brillaba en mi actual hogar de Forks, Washington, donde siempre lloviznaba; y en segundo luga
10、r, porque estaba viendo a mi abuelita Marie, que haba muerto haca seis aos. Esto, sin duda, ofreca una seria evidencia a favor de la teora del sueo.La abuela no haba cambiado mucho. Su rostro era tal y como lo recordaba; la piel suave tena un aspecto marchito y se plegaba en un millar de finas arrug
11、as debajo de las cuales se trasluca con delicadeza el hueso, como un melocotn seco, pero aureolado con una mata de espeso pelo blanco de aspecto similar al de una nube.Nuestros labios los suyos fruncidos en una mirada de arrugas se curvaron a la vez con una media sonrisa de sorpresa. Al parecer, tam
12、poco ella esperaba verme.Estaba a punto de preguntarle algo, era tanto lo que quera saber. Qu haca en mi sueo? Dnde haba permanecido los ltimos seis aos? Estaba bien el abuelo? Se haban encontrado dondequiera que estuvieran? Pero ella abri la boca al mismo tiempo que yo y me detuve para dejarla habl
13、ar primero. Ella hizo lo mismo y ambas sonremos, ligeramente incmodas.Bella?No era ella la que haba pronunciado mi nombre, por lo que ambas nos volvimos para ver quin se una a nuestra pequea reunin. En realidad, yo no necesitaba mirar para saberlo. Era una voz que habra reconocido en cualquier lugar
14、, y a la que tambin hubiera respondido, ya estuviera dormida o despierta. . o incluso muerta, estoy casi segura. La voz por la que habra caminado sobre el fuego o, con menos dramatismo, por la que chapoteara todos los das de mi vida entre el fro y la lluvia incesante.Edward.Aunque me mora de ganas p
15、or verle consciente o no y estaba casi segura de que se trataba de un sueo, me entr el pnico a medida que Edward se acercaba a nosotras caminando bajo la deslumbrante luz del sol.Me asust porque la abuela ignoraba que yo estaba enamorada de un vampiro nadie lo saba y no se me ocurra la forma de expl
16、icarle el hecho de que los brillantes rayos del sol se quebraran sobre su piel en miles de fragmentos de arco iris, como si estuviera hecho de cristal o de diamante.Bien, abuelita, quizs te hayas dado cuenta de que mi novio resplandece. Es algo que le AUTOR Libro - 7 -pasa cuando se expone al sol, p
17、ero no te preocupes.Pero qu haca l aqu? La nica razn de que viviera en Forks, el lugar ms lluvioso del mundo, era poder salir a la luz del da sin que quedara expuesto el secreto de su familia. Sin embargo, ah estaba; se acercaba, como si yo estuviera sola, con ese andar suyo tan grcil y despreocupad
18、o y esa hermossima sonrisa en su angelical rostro.En ese momento dese no ser la excepcin de su misterioso don. En general, agradeca ser la nica persona cuyos pensamientos no poda or con la misma claridad que si los expresara en voz alta, pero ahora hubiera deseado que oyera el aviso que le gritaba e
19、n mi fuero interno.Lanc una mirada aterrada a la abuela y me percat de que era demasiado tarde. En ese instante, ella se volvi para mirarme y sus ojos expresaron la misma alarma que los mos.Edward continu sonriendo de esa forma tan arrebatadora que haca que mi corazn se desbocase y pareciera a punto
20、 de estallar dentro de mi pecho. Me pas el brazo por los hombros y se volvi para mirar a mi abuela.Su expresin me sorprendi. Me miraba avergonzada, como si esperara una reprimenda, en vez de horrorizarse. Mantuvo aquel extrao gesto y separ torpemente un brazo del cuerpo; luego, lo alarg y curv en el
21、 aire como si abrazara a alguien a quien no poda ver, alguien invisible.Slo me percat del marco que rodeaba su figura al contemplar la imagen desde una perspectiva ms amplia. Sin comprender an, alc la mano que no rodeaba la cintura de Edward y la acerqu para tocar a mi abuela. Ella repiti el movimie
22、nto de forma exacta, como en un espejo. Pero donde nuestros dedos hubieran debido encontrarse, slo haba fro cristal.El sueo se convirti en una pesadilla de forma brusca y vertiginosa.sa no era la abuela.Era mi imagen reflejada en un espejo. Era yo, anciana, arrugada y marchita.Edward permaneca a mi
23、lado sin reflejarse en el espejo, insoportablemente hermoso a sus diecisiete aos eternos.Apret sus labios fros y perfectos contra mi mejilla decrpita.Feliz cumpleaos susurr.Me despert sobresaltada, jadeante y con los ojos a punto de salirse de las rbitas. Una mortecina luz gris, la luz propia de una
24、 maana nublada, sustituy al sol cegador de mi pesadilla.Slo ha sido un sueo, me dije. Slo ha sido un sueo. Tom aire y salt de la cama cuando se me pas el susto. El pequeo calendario de la esquina del reloj me mostr que todava estbamos a trece de septiembre.Era slo un sueo pero, sin duda, proftico, a
25、l menos en un sentido. Era el da de mi cumpleaos. Acababa de cumplir oficialmente dieciocho aos.Haba estado temiendo este da durante meses.AUTOR Libro - 8 -Durante el perfecto verano el verano ms feliz que he tenido jams, el ms feliz que nadie nunca haya podido tener y el ms lluvioso de la historia
26、de la pennsula Olympic esta fecha funesta haba estado acechndome, preparada para saltar.Y ahora que por fin haba llegado, resultaba an peor de lo que tema. Casi poda sentirlo: era mayor. Cada da envejeca un poco ms, pero hoy era diferente y notablemente peor. Tena dieciocho aos.Los que Edward nunca
27、llegara a cumplir.Cuando fui a lavarme los dientes, casi me sorprendi que el rostro del espejo no hubiera cambiado. Examin a conciencia la piel marfilea de mi rostro en busca de algn indicio inminente de arrugas. Sin embargo, no haba otras que las de mi frente, y comprend que desapareceran si me rel
28、ajaba, pero no poda. La desazn se haba aposentado en mi ceo hasta formar una lnea de preocupacin encima de los ansiosos ojos marrones.Slo ha sido un sueo, me record una vez ms. Slo un sueo, y tambin mi peor pesadilla.Con las prisas por salir de casa lo antes posible, me salt el desayuno. No me encon
29、traba con nimo de enfrentarme a mi padre y tener que pasar unos minutos fingiendo estar contenta. Intentaba sentirme sinceramente entusiasmada con los regalos que le haba pedido que no me hiciera, pero notaba que estaba a punto de llorar cada vez que deba sonrer.Hice un esfuerzo para sosegarme mient
30、ras conduca camino del instituto. Resultaba difcil olvidar la visin de la abuelita no poda pensar en ella como si fuera yo y slo pude sentir desesperacin cuando entr en el conocido aparcamiento que se extenda detrs del instituto de Forks y descubr a Edward inmvil, recostado contra su pulido Volvo pl
31、ateado como un tributo de marfil consagrado a algn olvidado dios pagano de la belleza. El sueo no le haca justicia. Y estaba all esperndome slo a m, igual que cualquier otro da.La desesperacin se disip momentneamente y la sustituy el embeleso. Despus del casi medio ao que llevbamos juntos, todava no
32、 poda creerme que mereciera tener tanta suerte.Su hermana Alice estaba a su lado, esperndome tambin.Edward y Alice no estaban emparentados de verdad, por supuesto la historia que corra por Forks era que los retoos de los Cullen haban sido adoptados por el doctor Carlisle Cullen y su esposa Esme, ya
33、que ambos tenan un aspecto excesivamente joven como para tener hijos adolescentes, aunque su piel tena el mismo tono de palidez, sus ojos el mismo extrao matiz dorado y las mismas ojeras marcadas y amoratadas. El rostro de Alice, al igual que el de Edward, era de una hermosura asombrosa, y estas sim
34、ilitudes los delataban a los ojos de alguien que, como yo, saba qu eran.Puse cara de pocos amigos al ver a Alice esperndome all, con sus ojos de color tostado brillando de excitacin y una pequea caja cuadrada envuelta en papel plateado en las manos. Le haba dicho que no quera nada, nada, ni regalos
35、ni ningn AUTOR Libro - 9 -otro tipo de atencin por mi cumpleaos. Evidentemente, haba ignorado mis deseos.Cerr de un golpe la puerta de mi Chevrolet del 53 y una lluvia de motas de xido revolote hasta la cubierta de color negro. Despus me dirig lentamente hacia donde me aguardaban. Alice salt hacia d
36、elante para encontrarse conmigo; su cara de duende resplandeca bajo el puntiagudo pelo negro.Feliz cumpleaos, Bella!Shhh! bisbise mientras miraba alrededor del aparcamiento para cerciorarme de que nadie la haba odo. Lo ltimo que me apeteca era cualquier clase de celebracin del luctuoso evento.Ella m
37、e ignor.Cundo quieres abrir tu regalo? Ahora o luego? me pregunt entusiasmada mientras caminbamos hacia donde nos esperaba Edward.No quiero regalos protest con un hilo de voz.Al fin, pareci darse cuenta de cul era mi estado de nimo.Vale., tal vez luego. Te ha gustado el lbum de fotografas que te ha
38、enviado tu madre? Y la cmara de Charlie?Suspir. Por descontado, ella deba de saber cules iban a ser mis regalos de cumpleaos. Edward no era el nico miembro de la familia dotado de extraas cualidades. Seguramente Alice habra visto lo que mis padres planeaban regalarme en cuanto lo hubieran decidido.S
39、, son maravillosos.A m me parece una idea estupenda. Slo te haces mayor de edad una vez en la vida, as que lo mejor es documentar bien la experiencia.Cuntas veces te has hecho t mayor de edad?Eso es distinto.Entonces llegamos a donde estaba Edward, que me tendi la mano. La tom con ganas, olvidando p
40、or un momento mi pesadumbre. Su piel era suave, dura y helada, como siempre. Le dio a mis dedos un apretn carioso. Me sumerg en sus lquidos ojos de topacio y mi corazn sufri otro apretn aunque bastante menos dulce.l sonri al escuchar el tartamudeo de los latidos de mi corazn. Levant la mano libre y
41、recorri el contorno de mis labios con el glido extremo de uno de sus dedos mientras hablaba.As que, tal y como me impusiste en su momento, no me permites que te felicite por tu cumpleaos, correcto?S, correcto nunca conseguira imitar, ni siquiera de lejos, su perfecta y formal facilidad de expresin.
42、Eso era algo que solamente poda adquirirse en un siglo pretrito.Slo me estaba asegurando se pas la mano por su despeinado cabello de color bronce. Podras haber cambiado de idea. La mayora de la gente disfruta con cosas como los cumpleaos y los regalos.Alice rompi a rer y su risa se alz como un sonido plateado, similar al repique del viento.AUTOR Libro - 10 -Pues claro que lo disfruta. Se supone que hoy todo el mundo se va a portar bien contigo y te dejar hacer lo que quieras, Bella. Qu podra ocurrir
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